Nihilismo ovino
La nada
lana da.
Praxis de la mosca
Si caemos
sólo la mirada
filosa de la mosca
sabe que lo dulce
no se observa
se prueba.
Sólo si caemos.
Anofeles
Chupamos la sangre del mosquito,
el aire se ha asfixiado
en un reservorio clandestino.
Gata lúdica
Un par de ovillos
no bastan
para sublimar
su pasión inerte,
no alcanzan
para desplegar
su apetito de leona
¿Quién entonces
enhebrará las agujas
con el alimento
de sus pezones?
Ganado
El verbo de la carne
también se corrompe
y aún así
cuidamos del cuero que
perece
parece
perdido.
Rey piojo
Sucesor del ácaro
emerge del vinagre
para heredar miserias.
El himen de la yegua
Madre de todas
te has hendido
en la virginidad
al no comprender
que el deseo
tiene alas
y no herraduras.
Ladridos
El perro
incomunica
porque desconoce,
desconoce
porque inexiste.
Estructura de hormigón
Todo hormiguero en la tierra
es la ampolla
de un reloj de arena
donde las hormigas
caen al agua como piedras
recreando el tiempo.
Australopithecus
Frente a un espejo
de cuerdas
el mono ejecuta
su último canto
y en su reflejo
un suspiro incendiado
de historia
apaga lo que fue.
La histeria de la rata
se desfigura ante
la presencia lasciva
del queso en la trampa.
Ballena
llena de costas
en la profundidad azul
de sus ovarios
gesta un mar.
Cámara lenta
La tortuga sabe
que aún cuando de ella no dependa,
apresurarse es masticar hogueras.
Movimiento en L
Sólo un jaque mate
elevará al caballo
al reino de los inmutables.
El cuerno del rinoceronte
atraviesa el extremo de la aguja,
entiende que la inmensidad
también puede envasarse.
Tal vez la lechuza
presagie en la noche
el origen de su ausencia.
Mujeres
Mujersombrero
A mediodía
la veo pasar
con su capelina negra
por el callejón
ni el sol ni yo
conocemos su rostro
como sí la pronunciada
curvatura de su espalda.
Mujercampana
Hay una mujercampana
que suena
cuando la verticalidad del sol
prohibe las sombras
al hervor del día.
Hay una mujercampana
que sueña
cuando la delgadez de la luna
despoja de luces
a la desnudez de la noche.
Mujerescoba
Amontona desvalidos muñecos
así como el viento
la basura en el asfalto
Mujerlata
La oquedad de su sexo
hace que no sufra
delectación alguna
ante otro orgasmo de nubes.
Mujersangre
Coagula
y en sus arterias se forman
océanos de lodo
Mujersuela
Sus zapatos se deben a la horma
como los besos a su vacío.
Para renacer
hace falta haber nacido,
para volver a morir
sólo basta esperar
que regrese el día.
Mujersatelital
Parar la luna
es agitar
su espera de aire.
Mujer@rroba
En el centro de su espiral
coinciden el punto G
y el punto com
Punto existencial
El fin de la rueda
es el comienzo de otro giro
y el final de éste
el comienzo de otra rueda.
Al filo
La mañana conjura dagas
para acribillar en silencio
el desequilibrio de la noche.
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Hay cierto conformismo
ante la inmovilidad,
en las piedras,
casi como el de las palabras
ante la condena blanca del papel.
Tiempo verbal
Sólo el presente perfecto
puede conjugar a Dios
desconociendo su pasado.
Plegaria para un anciano despierto
Que la muerte no lo espante
tanto como saberse en ese estado.
Muecas
I
El catador asegura
que hay ciertos aromas
que le permiten a la nariz
desafiar con rigor la perfección
de sus orificios
II
Detrás de otro ceño
el disgusto lacera en la frente
con la marca del útero.
III
Pestañear y fruncir los pómulos
por el nacimiento de otro
instante huérfano.
IV
Guiñar el ojo
puede ser insignificante
cuando la apariencia
del as de espadas
lo somete a su impostura.
V
Sacar la lengua
secarla de hambre
para desgarrar
lo que queremos decir
y no se puede.
El marco de la puerta
resiste la presión
que ejerce la viga
en su intento
por besar el piso.
Cuando libremos los ojos
la gravedad no tendrá oponentes.
Por los huesos del agua
llovemos ríos
como si hubiéramos sido creados
para los barcos.
Por la dermis del viento
soplamos huracanes
como si hubiéramos sido creados
para las aspas.
Por la anatomía del lenguaje
mordemos los labios
tal vez
para sangrar
o destruirnos.
El espejo
I
Sólo una cruz sobre la cama,
desposeída, desterrada.
Abro mis brazos
y entonces ambos sabemos
que fuimos creados
semejantes a su imagen,
a su reflejo, a su sombra.
II
La habitación hiede
y mi cuerpo enajenado
no descansa
en la cama
ni en la cruz
ni en la sangre.
Bicicletas
I
No habrá indulgencia
en esta siesta
para las tijeras
si la música del afilador
se condensa en blanco
II
El repartidor de diarios
escupe a chorro de tinta las noticias,
deja con ronchas los jardines
y regresa al kiosco
sin encontrar otra verdad
más que la de su piñón fijo.
Del carrito
Hay un tercer tiempo
en la comisaría
donde concilian
el enrejado abrazo del soborno
y el desprecio de un par de billetes.
No vale la pena
ensuciarse las manos con aderezos.
Cirrosis
a Luca Prodan
No espera
sólo cuenta los días
se disgrega, se consume
y la bilis que mastica
no se compadece
por la sed de otro vaso.
Estéril
Hay una terrible dosis letal
que la consume al sueño del fuego.
Alguna vez su padre supo cabalgar
la orilla de su espalda
con las hebillas del cinto.
No hay figura humana
que pueda fecundar en el hielo
el desborde.
La gota
La gota
No cesa,
irrumpe.
No calla,
padece.
Raíces
El saquito de té
atraviesa la atmósfera.
Garúa esta tarde,
el churrero no pasó.
atraviesa la atmósfera.
Garúa esta tarde,
el churrero no pasó.
Por más que mi abuela
siga lamiendo la vereda
ahuyentando otoños
no habrá trofeo que evite
otra derrota.
Sirve perder,
no el estar perdidos.
no el estar perdidos.
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